La superficie asignada al cultivo de trigo alcazará en la campaña 2020/27 los 7,10 millones de hectáreas, 1,4% más que la campaña anterior y se constituirá en la máxima cobertura de los últimos 20 años, así se informó desde el Ministerio de Agriultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyPN).
En su habitual informe mensual, el Ministerio de Agricultura publicó por primera vez sus proyecciones para la próxima campaña productiva del país. Los datos mostraron las primeras estimaciones para la campaña fina que incluyen al trigo y a la cebada, consignó el informe al que accedió NAP.
Para el trigo 2020/21 se espera una cobertura de siembra de 7 millones de hectáreas, un 1,4% arriba del ciclo anterior y alcanzando el nivel máximo desde los 7,10 millones que se implantaron en el 2001/02.A partir de dicho periodo, el área del cereal comenzó a bajar hasta alcanzar un mínimo de 3,1 millones en el 2012/13.
“Las mejores perspectivas para el cereal se presentan en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos en donde la buena recarga de los perfiles por las lluvias favorecen la intención de siembra. En la provincia de Córdoba, se estima, a la fecha, una menor intención por falta de agua, pudiendo variar si llega a llover normalmente”, consignó el informe que muestra las primeras estimaciones para la nueva campaña de fina que incluye al trigo y la cebada.
Otros factores que alientan la siembra del cereal son las buenas perspectivas en el mercado con una mayor demanda y la favorable relación precios insumos – producto, destacó el informe.Recomendaciones para la campaña de trigo que se viene
En el caso de la cebada, se estima un recorte del área de siembra 2020/21 del orden del 1,6% para alcanzar una cobertura de 1,27 M de hectáreas. Según el informe, “la disminución está focalizada en la provincia de Buenos Aires, principal productora, ante la incertidumbre en la demanda forrajera y con uso industrial”.
El Ministerio de Agricultura dejó sin cambios las proyecciones de producción de maíz y soja 2019/20.
Las proyecciones para maíz indican que la cosecha se mantiene 55,5 Ms de ton, sin cambios respecto del reporte de abril pero muestra una caída de 2,6% respecto del ciclo anterior. Respecto a la soja, la producción se mantuvo en 50 M de t, bajando un 9,6% respecto de la campaña 2018/19.
Para la oleaginosa se realizaron ajustes en el balance de oferta y demanda de la soja 2019/20, aumentando la estimación de importaciones de 3 a 4,5 M de ton y bajando la industrialización de 46 M a 45 M de ton. Las exportaciones de poroto de soja bajaron a 6,5 M de ton frente a las 8 M de ton del reporte de abril. Así los stocks finales pasaron de 3,65 M de ton del reporte previo a los 7,65 M de ton actuales, superando los 4,65 M de ton del ciclo 2018/19.
Estos cambios responden, según el mismo informe, a “que la pandemia COVID 19 afectará la demanda de soja, con mayor impacto en lo que refiere a aceite y a biocombustible. Potencialmente esto repercutiría en una menor actividad de molienda y en un incremento de los stocks finales”. (NAP)